“Lo dia 8 [abril 1717], dijous,
partirem de la Miallada... Després, anant muntant, arribàrem, després d’haver
fet una lleuga bona, al convent de Santa Cruz de Busaco. Dit convent és lo
desert dels pares carmelites descalços. Nos refusaren l’entrada perquè no
teníem ordre del provincial, però després, donant una caritat ab títol de
benefactors, nos deixaren entrar. Lo convent està circuït d’una muralla. Puja
fins al més alt de la muntanya de Busaco, ab molt bosc [i] algunes cascades
d’aigua. Hi ha molts "azereiros", alguns plàtanos, però sobretot
del Cupressus lusitanica, patula fructu minori, que anomenen
"cedros" (vide Grisley Vivi. In Epist.), los quals deuen
ésser vinguts de les Isles Terceres. Se fan arbres molt alts, i són encara
los primers que plantaren, però vui passen de mil arbres los que hi ha. Se
compten onze ermites, a on habiten religiosos, i també molts oratoris dels
passos de la passió, a on hi havia les figures, cosa molt mal feta. En dit
convent habiten vint-i-quatre religiosos, a on no mengen sinó peix sec, i
guarden silenci. En cada celda hi h un petit jardí. En fi, després de dues
hores passat migdia, partirem. I passant per altre camí, passàrem per un
altre llogaret anomenat Vacarissa, i després haver fet una lleuga bona
tornàrem a Miallada. I en arribar, partirem, i anant per bon camí ab moltes
oliveres, després de dues lleugues, arribàrem, a entrada de fosc, a una vila
anomenada Avelans do Caminho, cerca de Coimbra, i altres viles de la província
de Beyra. Se mengen molts llobins, primerament remullats, per llevar-los
l'amargor.”
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Cuando Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708) muere
repentinamente en plena madurez, Guy Crescent Fagon (1638-1718), el
iconoclasta, hiperactivo y ahora ya todopoderoso superintendente del Jardin du Roi de París, repite la jugada
que tan bien le había salido 27 años antes, cuando lo nombró profesor de
botánica. Ahora el elegido es otro joven, de 23 años, recientemente doctorado
en medicina en Montpellier –y desconocido, pero también discípulo, como
Tournefort, de Pierre Magnol (1638-1715)–, apenas recién llegado a París, y a quien
sólo conocía de verlo dos o tres veces por el Jardín del Rey con sus paquetes
de plantas. Antoine de Jussieu (1686-1758) había ido a París para conocer a su
admirado Tournefort y para asistir a sus clases, pero el fatal accidente que le
provocaría rápidamente la muerte hizo que la relación fuera muy breve. Y,
sorprendentemente, lo sustituye.
Fagon había sido el
impulsor de la figura del botánico-informador –espía
dirían otros– que recorre tierras extranjeras y emite
informes más o menos confidenciales. El caso más exitoso fue precisamente el
viaje de Tournefort a Oriente, pero también lo había intentado enviando a
Charles Plumier (1646-1704) y Louis Feuillée (1660-1732) a América. Es de
suponer que tras la Guerra de Sucesión a la Corona española, con un sobrino del
rey de Francia en el trono de España, la situación era propicia y la tentación
irresistible. Así, entre octubre de 1716 y mayo de 1717 una expedición
organizada por la Academia de Ciencias de París, bajo los auspicios del rey de
Francia, y dirigida por Antoine de Jussieu, entonces demostrador de plantas en
el Jardin du Roi, recorrió España y
Portugal con el objetivo oficial de recoger plantas y hacer observaciones sobre
la flora y la vegetación. Además de Antoine de Jussieu, iban Philippe Simoneau
(1685-1753), dibujante y grabador de la Academia y Bernard de Jussieu
(1699-1777), estudiante de medicina y hermano pequeño de Antoine. En Barcelona se
añadió Joan Salvador i Riera (1683-1726), el primogénito de la tercera
generación de la ilustre estirpe barcelonesa de boticarios y naturalistas. El
abuelo, Joan Salvador i Boscà (1598-1681), farmacéutico, probablemente
influenciado por su hermano mayor, que había estudiado con Francisco Micó
(1528-1592), inició las colecciones y la biblioteca y estableció
correspondencia con muchos de los botánicos de su tiempo, entre los que destaca
la relación con Jacques Barrelier (1606-1673), a quien había alojado en casa en
una estancia en Barcelona durante la Guerra de los Segadores. El padre, Jaume
Salvador i Pedrol (1649-1740), también boticario, ya había estudiado botánica
en Montpellier con Pierre Magnol. El año 1680 recibieron en su casa de
Barcelona a un joven Joseph Pitton de Tournefort, recién licenciado en Montpellier, al que habían asaltado
y desvalijado en los Pirineos; lo acompañó en su primer gran viaje hispánico
hasta Valencia, estableciéndose entre ellos una fuerte amistad; continuó
agrandando el herbario y la biblioteca y se relacionó con los principales
botánicos europeos.
Joan Salvador i Riera (1683-1726) [de Viquipèdia] |
Joan Salvador i
Riera estudió también en Montpellier (1704-1705) –donde coincidió y probablemente conoció A. de
Jussieu– y en París (1705). En
la capital se alojó en casa de Tournefort y antes de regresar a Barcelona, a
finales de 1706, aun estuvo viajando por Italia. Más tarde, desde mediados de
1711 hasta primeros de 1712 exploró Mallorca y Menorca. Ya de vuelta en
Barcelona, es cuando recibe la invitación de Antoine de Jussieu para
incorporarse a la expedición de exploración de España y Portugal. El viaje
empieza en Barcelona, en Cataluña pasan por Montserrat, Manresa, Santa Coloma
de Queralt, Poblet, Scala Dei, el Perelló, Tortosa y entran en Valencia por
Vinaròs. A grandes rasgos, continúan hacia Valencia, Gandia, Alicante, Murcia,
Málaga, Sevilla, Elvas, Lisboa, Ponferrada, Madrid y vuelta a Barcelona por
Zaragoza y Lleida. De los casi siete meses de viaje, estuvieron cerca de uno
por Cataluña y Valencia, uno y medio por Andalucía, cerca de tres en Portugal y
casi uno por León y Castilla.
El texto publicado
lo estableció Ramon Folch Guillén a partir de tres manuscritos: el dietario
entero del viaje de Joan Salvador, la copia "en limpio" que hizo el
mismo Joan Salvador al regresar a Barcelona, donde a menudo modifica y amplía
algunos de los párrafos del cuaderno de viaje –del que tan sólo se conoce la parte entre el
30 de octubre y el 30 de diciembre–, y una copia parcial de la versión en
limpio, hecha probablemente por el abad Pourret, que va desde el 7 de octubre
hasta el 1 de noviembre. De resultas, la descripción del viaje hasta el 30 de
diciembre, en Sevilla, en general es más rico en detalles, mientras que el
resto es más esquemática. Todos estos manuscritos se encontraban entre los
materiales del Museo Salvador, depositado en el Jardín Botánico de Barcelona, pero
de donde, según Ramon Folch*, desaparecieron de la Biblioteca Salvador
posteriormente a la publicación de su trabajo.
Principales ciudades por donde discurrió el viaje y fechas [de Folch, 2014] |
El diario de viaje es básicamente geográfico, descriptivo
de los lugares por donde pasan y donde se alojan, en el que se indican
distancias entre poblaciones y cultivos, y con pinceladas sobre el paisaje; tan
sólo de vez en cuando se refiere a las plantas o la vegetación o da noticia
sobre las costumbres locales: antropología, indumentaria, gastronomía ... La
información sobre las grandes ciudades (Valencia, Granada, Sevilla, Lisboa,
Madrid... ) es más extensa y detallada, destacando sobre todo la extensión y
algunos detalles de su estancia en Granada. La rutina diaria que nos presenta
es siempre muy parecida: pernoctar en algún poblado y a la madrugada siguiente oír
misa si pueden, caminar hasta llegar a algún hostal donde puedan comer y luego
continuar haciendo camino hasta el atardecer. Cuando están en las ciudades, indica
los principales monumentos –generalmente iglesias– que visitan o señala los personajes más o
menos prominentes que visitan, aunque siempre son anotaciones esquemáticas pero
informativas. En general, ofrece la imagen de un país empobrecido y hambriento,
con los caminos inseguros y con unos viajeros que a menudo no encuentran lugar
para dormir o nada para comer. También es verdad que deja constancia de la
excepción: “... nos quedàrem a dormir en
una casa de pagès de Bartholomé Assienzo. “Y el territorio se llama El Cabecito
de Fratil”, i són de la parròquia de Lorca, encara que [en] dista més de quatre
lleugues. Fórem molt ben tractats, donant-nos llomillo i altres de tocino per a
menjar. Feia fred i dormírem prop lo foc, tenint abundància de llenya”. En general,
en Cataluña y Valencia los destrozos de la guerra aún son evidentes. A modo de
ejemplo, transcribimos el día de la llegada a Lleida: "Lo dia 26 [maig], dimecres, partírem de
Fraga. Poc després, a on hi ha una fita, és la separació d'Aragó i Catalunya.
Entràrem en l'última. Passàrem Alcarràs, molt derruït. I havent fet quatre
grans lleugues passàrem baix Gardeny, i després entràrem en Lleida, a on
estiguérem tota la tarda. Passa el Segre. La ciutat, molt destruïda. Los
canonges oficien en Sant Llorenç".
Joan Salvador i Riera mantuvo la relación con los
Jussieu, sobre todo con Antoine, y también con otros botánicos europeos, entre
los que destaca el holandés Herman Boerhaave (1668 a 1739). Parece que llegó a
escribir un Botanomasticon Catalonicum
del que hoy día tan sólo conocemos el título. Con su muerte, relativamente
joven, comenzó la decadencia de la estirpe. Su padre le sobrevivió y su hermano
Josep (1690-1761) aún herborizó y continuó manteniendo las relaciones
epistolares con los botánicos europeos, pero destacó sobre todo por ordenar y
mantener el gabinete de historia natural de la familia. Éste, durante los años
posteriores y hasta bien entrado el siglo XIX, sería lugar de visita obligada
para los naturalistas europeos de paso por Barcelona.
En cambio, el linaje de los Jussieu inició aquí su
engrandecimiento, que los llevaría a dominar la botánica parisina hasta bien
entrado el siglo siguiente. Antoine, en 1714, ya se había encargado de la
edición de la obra póstuma de Jacques [Jacobus] Barrelier (1606-1673) [Plantae por Galliam, Hispaniam te Italiam
observatae ...]; como resultado del viaje por España y Portugal publicó en
las memorias de la Académie des sciences
varios trabajos referentes a industrias españolas "estratégicas",
como exportadoras hacia Europa de productos valiosos: uno sobre la naturaleza y
extracción del yeso de Almazora, otro sobre la explotación del cinabrio en las
minas de Almadén y el tercero, sobre la elaboración de la barrilla o sosa de
Alicante. Parece que la Academia le recordó alguna vez su compromiso de
publicar la lista de plantas del viaje, pero otras actividades –la aclimatación del café, el
estudio del caucho o la búsqueda de antipalúdicos, entre otros– requirieron siempre su atención prioritaria.
Bernard, estudió medicina y compaginó su práctica con la botánica, fue nombrado
profesor de botánica a partir de 1722 y, aunque publicó muy poco, sus ideas
sobre la clasificación de las plantas, basada en caracteres morfológicos y
embrionarios, quedaron plasmadas en la ordenación de las plantas del jardín del
Trianon de Versalles. El hermano pequeño, Joseph (1704-1779), una vez
licenciado también en medicina viajó a América como botánico de la expedición
de La Condamine de 1735, pero al finalizar no retornó a Francia, sino que se
quedó en América del Sur hasta su regreso en 1771, ya muy enfermo, y sin los
manuscritos ni las colecciones botánicas, la mayor parte de las cuales se
perdieron. El sobrino de todos ellos, Antoine-Laurent de Jussieu (1748-1836),
desarrolló las ideas de su tío Bernard sobre clasificación de plantas,
adoptando de forma consistente el concepto de familia; su obra Genera plantarum secundum ordines naturales
deposita ... (1789) es la base de los sistemas naturales de clasificación
de plantas, que rigieron hasta bien entrado el siglo XX. Su hijo, Adrien de
Jussieu (1797-1853), profesor del Museo Nacional de Historia Natural,
profundizó en el estudio de algunas de las familias de plantas y fue uno de los
impulsores de la geografía botánica.
El epónimo Salvadora
honra la familia Salvador. Lo creó el botánico suizo nacido en Grenoble Laurent
Garcin en 1749, en memoria sobre todo de su amigo Jaume Salvador, con quien
había colectado por los alrededores de Barcelona antes del asedio de la ciudad
de 1713.
Joan Salvador (edició a cura
de Ramon Folch i Guillén, 1972). Viatge
d'Espanya i Portugal (1716-1717). Edicions 62, Barcelona. 105 [+ 4] p.
* Ramón Folch (2014). Botánica para
después de una guerra. El viaje de Joan Salvador i Antoine de Jussieu por España
y Portugal. Mètode Science Studies
Journal 4: 125-131. [https://metode.cat/wp-content/uploads/2013/12/79CA2_botanica_despres_guerra.pdf]